jueves, mayo 21, 2009

PERIPLO SUREÑO

Para hacer bien el amor hay que venirse al sur, cantaba Rafaella Carrá. Les juro que yo no fui a eso, pero amor sí que encontré. Amor por la lectura y por la escritura. Como el Tolito de la canción de Sabina, he descubierto el arte y el placer de ir rodando de feria en feria. Primero fue la de Málaga, con un público tibio que halló su contrapunto en la calidez de los colegas escritores que compartieron charlas, juergas, comidas y firmas con servidor.

Aquí abajo, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Jorge Magano, Patrick Ericson, Fedra Egea, Jerónimo Tristante y Pilar Sánchez-Garnica.




Una semana después, tocó Sevilla. Esta vez la organización y el público eran otra cosa. La gente que pasaba ante las casetas, lo hacía para ver (e incluso comprar) libros, y la firma fue bastante exitosa.



Además tuve la oportunidad de presentar FABULAND en el incomparable marco renacentista de la sala El Apeadero del ayuntamiento. Como maestro de ceremonias, mi amigo el escritor José Ángel Muriel, que diseccionó mi novela con cariño y admiración. Las mismas que yo le profeso a él.