domingo, noviembre 08, 2015

EL DOBLAJE DE EL QUIJOTE

Como hace tiempo que presumo de haber leído El Quijote, este verano decidí leerlo de verdad por si acaso  me pillaban. De entre las múltiples ediciones, opté por la que viene ilustrada con grabados de Eugenio Doré pensando que, si había dibujos, sería más sencillo. Así que me senté en un banco al sol y empecé a leer. Todo iba más o menos bien hasta que a la altura del capítulo XXXVII me di cuenta de que algo empezaba a fallar. Aunque seguía bien la historia, me reía con determinados diálogos y situaciones y, en general, la lectura era fluida y agradable, me di cuenta de que me estaba perdiendo cosas. Demasiadas cosas.

Soy lector voraz y me enorgullezco de manejar un léxico bastante amplio (patata, crisantemo, mónada, pebetero), diría que incluso superior a los estándares de mi barrio natal (no diré cuál es para evitar resquemores). Pero también, fíjate tú, tuve el capricho de nacer en el siglo XX, y algunas palabras y expresiones empleadas en la obra cervantina quedan fuera de mi comprensión a no ser que me tome la molestia de detenerme cada poco rato a consultar notas o diccionarios especializados en la jerga del siglo XVI. Y miren vuestras mercedes, a fe mía, pues como que paso.

Es por eso que ayer tomé la decisión de echarle un vistazo a una de esas ediciones actualizadas del clásico de don Miguel, con el fin de poder seguir la lectura de manera más ágil y placentera, como cuando leo cualquiera de las mierdas que leo por mero entretenimiento lúdico. Cuando tenga cincuenta años y me concedan la cátedra de literatura de la universidad de Salamanca regresaré al original para saborearlo como se merece, y ya de paso para hacer la vida un poco más complicada a mis alumnos. Pero por ahora me conformo con enterarme de lo que leo.

De entre las opciones que se me presentaban descarté enseguida la última edición, la adaptada por el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte, quien, al parecer, en lugar de limitarse a actualizar el lenguaje, ha tirado por la calle del medio y emulando a Alejandro Magno y el episodio del nudo gordiano (¿ven lo culto que soy?), ha cercenado el texto quitando "todo lo que sobra", lo que incluye capítulos enteros y episodios ajenos a la trama principal, convirtiendo lo que es considerado "el origen indiscutible de la novela moderna" en una tira cómica para echar unas risas.

Guiándome por comentarios de los lectores, me decidí entonces por la edición de Destino cuya adaptación a cargo de Andrés Trapiello parecía respetar el texto íntegro, con las convenientes y mínimas modificaciones que permitan al lector de nuestros días disfrutar a fondo de la obra literaria. Así que ni corto ni perezoso, lo descargué en mi Kindle, me froté las manos dispuesto a disfrutar del suculento manjar literario, me senté en el mismo banco que la otra vez (ahora un poco más fresco) y empecé a leer.

Instante de éxtasis místico al comenzar el primer párrafo. Qué subidón, oye. La cabeza iba más deprisa que los ojos. 

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía no hace mucho un hidalgo..."

Momento montaña rusa total. Esa primera cuesta, ese quedar suspendido en el vacío durante un instante y luego todo hacia abajo...


 "...de los de lanza ya olvidada"


¿Perdón?


"escudo antiguo"


Er... ¿cómo dice?


"rocín flaco y galgo corredor."

Ah, eso ya me suena más. Pero aun así...

Un momento, un momento. ¿Lanza ya olvidada? ¿Escudo antiguo? ¿Estás hablando conmigo, tío?

Se lo juro por mi madre: no me sentía así desde que me cambiaron el doblaje de E.T. y decidí pasarme definitivamente a la versión original con el fin de evitarme más disgustos.

Vamos a ver. Entiendo que don Andrés sospecha que el lector medio español, acostumbrado a dejar secar el  cerebro ante Sálvame y Mujeres, Hombres y Viceversa no comprenderá el significado de "lanza en astillero" y que el contexto no es suficiente para deducir que una adarga es un escudo; y sin embargo sí nos supone lo suficientemente cultos para saber que un rocín es un caballo. Hombreeeee, don Andrés... Que españoles somos, pero no tontos. Además, no nos puede cambiar así porque sí la primera frase más famosa de la literatura universal (con permiso de Ismael, Gregorio Samsa, Aureliano Buendía y todos esos). Ni siquiera los payasos de la tele cuando robaron con tanta gracia esa canción argentina de "El auto de papá" cambiaron torta por tarta, provocando en los niños divertida confusión hasta fechas muy recientes.

En fin, que me estoy planteando muy en serio volver a la versión original de El Ingenioso Hidalgo, obra que recomiendo adquirir, y, en caso de disponer de tiempo, leer.

Antes de irme, dejo dos enlaces a modo de propina:



Que lo disfruten. Yo me retiro a tomar unos duelos y quebr... uy, perdón, unos huevos con chorizo mientras veo Sálvame.

martes, octubre 27, 2015

CÓMO ME ROBARON MI TAZA DE AMAZON ACADEMY Y EL PORQUÉ DE LA AUTOEDICIÓN

El otro día me invitaron a un encuentro de autores independientes, me regalaron una taza muy chula y luego me la robaron. Pero no quería hablar de eso ahora.

A menudo me preguntan por qué autopublico mis novelas. La respuesta es sencilla: porque me gusta escribir, porque llevo varios años viviendo de ello y porque las editoriales no quieren, no pueden o les llevaría demasiado tiempo publicar todo lo que les mando. O les mandaba.

No soy un talibán de la autoedición, pero sí alguien que vive con pasión la experiencia de contar historias. Me gusta llegar a mis lectores. Ellos disfrutan con mis obras y me piden que les proporcione más. ¿Por qué voy a depender de la decisión de una editorial para hacer a mis lectores felices? Antes estaba obligado a ello. Ahora ya no.

Desde 1997 he escrito y publicado cinco novelas con grandes editoriales, y gracias a ello sé que poseo las herramientas y los conocimientos necesarios para crear obras que gusten a un número amplio de personas. El hecho de que ninguna de ellas se haya convertido en un bestseller no significa nada. Casi ninguna obra se convierte en bestseller, y eso incluye auténticas maravillas. Pero como todo hijo de vecino también soy capaz de hacer basura. De hecho tengo escritas un par de novelas que jamás me atrevería a autopublicar con la excusa de que puedo hacerlo, ya que no están a la altura de lo que mis lectores merecen.

El narrador vocacional se abre camino. Y en este siglo XXI las vías para acercar nuestra obra a los lectores se han multiplicado de manera maravillosa. La autoedición es una de ellas y en estos momentos vive un gran auge debido a la revolución digital y sus numerosas ventajas con respecto a la edición tradicional.

Como ejemplo reciente de que esto va en serio, el pasado sábado 24 de octubre tuvo lugar en Madrid el primer encuentro de autores independientes organizado por Amazon, que reunió en el Colegio de Arquitectos de la capital a cerca de 200 personas entre autores, periodistas y bloggers literarios. Al entrar me regalaron una taza y luego me la robaron, pero no quiero detenerme aún en eso.

A estas alturas es de sobra conocido el poder que Amazon tiene en el mercado del libro digital, y también su influencia en el creciente fenómeno de la autopublicación en todo el mundo. Esto se debe principalmente a dos factores. Por un lado, autopublicar un libro en la plataforma amazónica es fácil, gratuito y accesible a todo el que tenga algo escrito y lo quiera sacar a la luz. Por otro, la empresa dispensa a sus clientes y a sus autores un trato extraordinario. Y les regalan tazas,  aunque luego se las roben. Ya llegaremos a eso.

Como autor de cinco novelas autoeditadas en Amazon puedo decir que la relación que la empresa tiene conmigo haría palidecer de envidia a muchas familias supuestamente felices, algo que pocas, poquísimas veces he experimentado publicando con editoriales. Amazon trabaja bien y cuida bien de su gente. Es cierto que es una empresa gigantesca que lo que busca es obtener beneficios, pero precisamente por eso mima a sus autores ofreciéndoles la oportunidad de promocionar sus obras en todo el mundo, lo que les supone visibilidad y ventas. También organizan eventos como el del sábado. Y regalan bonitas libretas. Y tazas. ¡Oh, qué tazas! Vosotros, los que tenéis una (alguno puede que dos, y a ese le deseo la condenación eterna) sabéis de lo que hablo.

Es normal. Ellos ganan dinero con esos autores, que son muchos, y los necesitan para funcionar. De igual manera, nosotros, los autores autoeditados, los necesitamos a ellos para promocionar y difundir nuestras obras, y para recibir todos los meses las regalías correspondientes, las cuales, para algunos, suponen nuestra principal fuente de ingresos. Este hecho junto a la posibilidad que nos brinda la plataforma de comprobar en cualquier momento cuántos libros vendemos, donde los vendemos y cuánto dinero estamos ganando, es ya una ventaja mastodónica con respecto a publicar con una editorial. Porque ¿qué ofrece hoy en día una editorial a un autor no conocido? Por lo general, cartas de rechazo. O tal vez ni eso. En el mejor de los casos, un anticipo ridículo, liquidaciones anuales con el mínimo de detalles y que frecuentemente no van más allá de dicho anticipo, y una relación autor-editor que dista mucho de resultar fluida y transparente. Hablo en términos generales, basándome en mi experiencia y en las de algunos colegas de oficio. No digo que todas sean así. Pero la mayoría lo son.

Autoeditar con Amazon, en cambio, ofrece un escaparate accesible desde cualquier lugar con conexión a Internet, la certeza de que nuestras obras no serán retiradas del catálogo independientemente de lo que vendamos las primeras semanas, unas regalías del 70%, y precios bajos que benefician al autor (venderá más), al lector (comprará más) y a la propia plataforma (que se enriquecerá aún más y podrá seguir creciendo).

Y como ellos hacen bien su trabajo, nosotros debemos hacer bien el nuestro. Es decir: publicar obras de calidad, bien terminadas e impecablemente presentadas.

Para ayudarnos a esto surge Amazon Academy, el nombre bajo el que la empresa nos dio cita para ofrecernos una serie de actividades que, además de animarnos a seguir nutriendo su catálogo de independientes (más del 40% del total), nos dieran unas claves para mejorar nuestras labores de creación y promoción, ambas fundamentales y no siempre bien conocidas por los que se atreven a dar el salto a la publicación, bien por haber sido rechazados por el circuito tradicional, bien porque han visto las numerosas ventajas que este nuevo modelo ofrece.


A lo largo de todo el día asistimos a alentadores discursos pronunciados por dos de los mandamases de la empresa, Koro Castellano y Rex Czuba, además de escuchar de viva voz las experiencias de grandes triunfadores de la autoedición como Blanca Miosi, Fernando Gamboa, Melody Anne, Antonia Corrales, Fernando Trujillo, Carlos J. Server o la ganadora del 2º Concurso para Autores Indies, Myriam Millán. Hubo también talleres enfocados a la promoción, al uso de las redes sociales o el que yo mismo impartí, generosamente invitado por Amazon, sobre las fases de creación de una novela. Por cierto, si alguien sabe el nombre y la dirección de la persona que aprovechó mi ponencia para robarme la taza de Amazon con la que la organización obsequió a cada asistente, puede ponerse en contacto conmigo a través de Twitter: @JorgeMagano. Prometo gestionar el asunto con discreción y respetando el anonimato de mi confidente.

Los 5 finalistas (y la ganadora) del 2º Concurso Literario para Autores Indies junto con la junta directiva de Amazon Kindle España

Dejo ya el tema de la taza. ¿Por dónde iba? Ah, sí. Que fue todo muy instructivo y aleccionador. 

Pero más allá de toda esta oferta educativa, se nos brindó la oportunidad de conocernos en persona, de compartir experiencias y de tomar conciencia de una vez y para siempre de que el gremio de los autoeditados es un grupo fuerte y en continuo crecimiento al que el sector editorial debería dejar de ignorar lo antes posible. Porque como dicen las encuestas, al lector lo que le interesan son las buenas historias, no el sello que publicó la obra.

Sólo dos apuntes para mejorar la convocatoria en futuras y deseables entregas:

-Que la actividad que figuraba en el programa con el epígrafe “café” contenga realmente café.

-Que pongan guardias de seguridad en la cabina de control del salón de actos para evitar que roben las tazas a los ponentes. Y, si no es mucho pedir, que la organización me mande otra.

El autor de este blog dando la matraca al respetable mientras algún desaprensivo se colaba a hurtadillas en la cabina de control con el objetivo infame de robarme mi taza.

miércoles, septiembre 30, 2015

JAIME AZCÁRATE Y EL OCTUBRE AMAZÓNICO


Hay fechas especiales para los amantes de los libros, qué duda cabe. Por ejemplo, el 23 de abril, cuya fama se basa en la dudosa coincidencia de los natalicios de dos literatos ilustres: Shakespeare y Cervantes, pero que, bien mirado, tampoco es para tanto.

Octubre en cambio, este octubre de 2015 que acaba de nacer y que tardará un mes en morir hasta una próxima resurrección, promete grandes momentos para los lectores vocacionales. Para empezar, es el mes que vio llegar al mundo a grandes y modestos escritores como Jorge Magano y otros muchos que ahora mismo no me vienen a la cabeza. Pero que los hay, tal como la Wikipedia puede constatar. ¡Imaginen el incomparable marco! Las hojas se vuelven ocres, las setas proliferan, los autores nacen (y crecen, e incluso algunos se reproducen) y los bosques se expanden hasta traspasar todas las fronteras establecidas.

Bosques. Selvas. Amazonia. Amazon... ¿Amazon?

Mira qué bien traído. Porque resulta que octubre es el mes elegido por el gran gigante de la autoedición para dar a conocer al ganador del segundo Concurso de Autores Indies. ¿Será una de ellas? ¿Será él? Octubre lo dirá. El día 15 para ser exactos y justos, que en el término medio está la virtud y en medio del mes está el 15. La niña bonita. ¿Premonición? ¡Por Dios! No seré yo quien lo insinúe.

Como complemento a estos fastos, la empresa que dirige Jeff Bezos ha decidido tirar el bosque por la ventana (si es que tal cosa es posible) y lanzar a quien quiera recogerla la increíble cifra de más de 9000 eBooks a un precio que hará reír hasta al enanito Gruñón con hemorroides un lunes por la mañana.

Entre esos más de 9000 títulos (y aquí es donde me pongo tonto) figuran dos protagonizados por el héroe más canalla, ácido, temerario, patoso, bienintencionado, romántico y desfasado que ha salido alguna vez de la pluma de quien estas palabras vomita cuales esporas al aire: el sin par JAIME AZCÁRATE. (Sonido de platillos)

Así, entre el 1 y el 31 de octubre, las novelas LA ISIS DORADA y LA MIRADA DE PIEDRA (premiada en el anterior certamen del concurso antes mencionado) estarán disponibles en su edición de eBook a 0,99€. Una oportunidad única para conocer a este entrañable (y en ocasiones estúpido) historiador del arte metido a periodista y sus rocambolescas aventuras en pos de misterios históricos y algo de aceptación social.

Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Para compensar la caída de la hoja, y atendiendo a las decenas, centenas, milésimas y unidades de peticiones de los lectores, octubre será también el mes que reunirá por fin en papel las tres aventuras de Jaime Azcárate publicadas hasta la fecha: LA ISIS DORADA, DONDE NACEN LOS MILAGROS y LA MIRADA DE PIEDRA. Sí, sí, no retrocedan que han leído bien. ¡Las tres novelas por primera vez en papel y en calidad profesional! Una gran ocasión de hacerse con los tres volúmenes de esta serie basada en el suspense, la aventura y el humor y de la que la crítica especializada ha dicho: "Qué bien quedan las tres juntitas en las estantería de la sala de estar".

Feliz octubre y felices lecturas.

Más información sobre la promoción, aquí: #AutopublicaConKindle

viernes, enero 02, 2015

¿QUIÉNES SON, DE DÓNDE VIENEN, ADÓNDE VAN?

Llevan 33 años sobre el escenario y 25 siendo parte fundamental de mi gasolina ideológica e intelectual. Cuando me preguntan por mis influencias literarias suelo dar respuestas incompletas porque se espera que mencione el nombre de algún novelista, pero lo cierto es que SINIESTRO TOTAL es una de las semillas que hicieron brotar en mí el interés por contar historias junto a Steven Spielberg, Billy Wilder o Jan, por mencionar otras tres influencias no estrictamente literarias.

Estos gallegos ilustres que ya peinan canas (los que pueden permitírselo) son el partido político que votaría si se presentara a las elecciones. Por su coherencia en el discurso, su espectro musical, su rumbo hacia un izquierdismo ilustrado muy de agradecer y porque al menos tres de sus cinco miembros tienen gatos en casa. Y es que hay mucho de política en el invento de Julián Hernández y sus muchachos. Pero también de literatura, de cine y de referencias culturales (altas y baixas) como nunca hubo en grupo de rock en este bendito país. Así, sus canciones están repletas de citas históricas, bíblicas, etílicas, artísticas, cinéfilas y literarias no siempre fáciles de detectar y mucho menos de entender (que para algo son gallegos). Sus mensajes son contundentes, pero nunca chabacanos. Si atacan el servicio militar no dicen "Mili caca" sino "Sin novedad en el potaje"; si de arremeter contra la tauromaquia se trata, prefieren hacer un guiño a Clint Eastwood ("Alégrame el día, torero") antes que optar por el más facilón "La tortura no es cultura";  y si hay que mandar un mensaje de movilización en pos del cambio político que España requiere con urgencia, basta con decir "El enemigo parpadea".

El rock y el blues son el vehículo. El punk, la actitud. Y el humor y la metáfora la carrocería (bastante abollada, por cierto, que el nombre del grupo surgió de un impacto que ríase usted del big bang). No hay gravedad, ni solemnidad, ni afán de adoctrinamiento en la banda con los planteamientos más sólidos que ha llegado hasta nosotros desde los lejanos 80. Sólo existe una regla: divertir al respetable hasta la extenuación.

Este 8 de enero celebran la edad de Cristo en Madrid. La cita es en la sala Kapital a las 20:30. 

La fiesta está asegurada. Y espero que el local también.