martes, octubre 27, 2015

CÓMO ME ROBARON MI TAZA DE AMAZON ACADEMY Y EL PORQUÉ DE LA AUTOEDICIÓN

El otro día me invitaron a un encuentro de autores independientes, me regalaron una taza muy chula y luego me la robaron. Pero no quería hablar de eso ahora.

A menudo me preguntan por qué autopublico mis novelas. La respuesta es sencilla: porque me gusta escribir, porque llevo varios años viviendo de ello y porque las editoriales no quieren, no pueden o les llevaría demasiado tiempo publicar todo lo que les mando. O les mandaba.

No soy un talibán de la autoedición, pero sí alguien que vive con pasión la experiencia de contar historias. Me gusta llegar a mis lectores. Ellos disfrutan con mis obras y me piden que les proporcione más. ¿Por qué voy a depender de la decisión de una editorial para hacer a mis lectores felices? Antes estaba obligado a ello. Ahora ya no.

Desde 1997 he escrito y publicado cinco novelas con grandes editoriales, y gracias a ello sé que poseo las herramientas y los conocimientos necesarios para crear obras que gusten a un número amplio de personas. El hecho de que ninguna de ellas se haya convertido en un bestseller no significa nada. Casi ninguna obra se convierte en bestseller, y eso incluye auténticas maravillas. Pero como todo hijo de vecino también soy capaz de hacer basura. De hecho tengo escritas un par de novelas que jamás me atrevería a autopublicar con la excusa de que puedo hacerlo, ya que no están a la altura de lo que mis lectores merecen.

El narrador vocacional se abre camino. Y en este siglo XXI las vías para acercar nuestra obra a los lectores se han multiplicado de manera maravillosa. La autoedición es una de ellas y en estos momentos vive un gran auge debido a la revolución digital y sus numerosas ventajas con respecto a la edición tradicional.

Como ejemplo reciente de que esto va en serio, el pasado sábado 24 de octubre tuvo lugar en Madrid el primer encuentro de autores independientes organizado por Amazon, que reunió en el Colegio de Arquitectos de la capital a cerca de 200 personas entre autores, periodistas y bloggers literarios. Al entrar me regalaron una taza y luego me la robaron, pero no quiero detenerme aún en eso.

A estas alturas es de sobra conocido el poder que Amazon tiene en el mercado del libro digital, y también su influencia en el creciente fenómeno de la autopublicación en todo el mundo. Esto se debe principalmente a dos factores. Por un lado, autopublicar un libro en la plataforma amazónica es fácil, gratuito y accesible a todo el que tenga algo escrito y lo quiera sacar a la luz. Por otro, la empresa dispensa a sus clientes y a sus autores un trato extraordinario. Y les regalan tazas,  aunque luego se las roben. Ya llegaremos a eso.

Como autor de cinco novelas autoeditadas en Amazon puedo decir que la relación que la empresa tiene conmigo haría palidecer de envidia a muchas familias supuestamente felices, algo que pocas, poquísimas veces he experimentado publicando con editoriales. Amazon trabaja bien y cuida bien de su gente. Es cierto que es una empresa gigantesca que lo que busca es obtener beneficios, pero precisamente por eso mima a sus autores ofreciéndoles la oportunidad de promocionar sus obras en todo el mundo, lo que les supone visibilidad y ventas. También organizan eventos como el del sábado. Y regalan bonitas libretas. Y tazas. ¡Oh, qué tazas! Vosotros, los que tenéis una (alguno puede que dos, y a ese le deseo la condenación eterna) sabéis de lo que hablo.

Es normal. Ellos ganan dinero con esos autores, que son muchos, y los necesitan para funcionar. De igual manera, nosotros, los autores autoeditados, los necesitamos a ellos para promocionar y difundir nuestras obras, y para recibir todos los meses las regalías correspondientes, las cuales, para algunos, suponen nuestra principal fuente de ingresos. Este hecho junto a la posibilidad que nos brinda la plataforma de comprobar en cualquier momento cuántos libros vendemos, donde los vendemos y cuánto dinero estamos ganando, es ya una ventaja mastodónica con respecto a publicar con una editorial. Porque ¿qué ofrece hoy en día una editorial a un autor no conocido? Por lo general, cartas de rechazo. O tal vez ni eso. En el mejor de los casos, un anticipo ridículo, liquidaciones anuales con el mínimo de detalles y que frecuentemente no van más allá de dicho anticipo, y una relación autor-editor que dista mucho de resultar fluida y transparente. Hablo en términos generales, basándome en mi experiencia y en las de algunos colegas de oficio. No digo que todas sean así. Pero la mayoría lo son.

Autoeditar con Amazon, en cambio, ofrece un escaparate accesible desde cualquier lugar con conexión a Internet, la certeza de que nuestras obras no serán retiradas del catálogo independientemente de lo que vendamos las primeras semanas, unas regalías del 70%, y precios bajos que benefician al autor (venderá más), al lector (comprará más) y a la propia plataforma (que se enriquecerá aún más y podrá seguir creciendo).

Y como ellos hacen bien su trabajo, nosotros debemos hacer bien el nuestro. Es decir: publicar obras de calidad, bien terminadas e impecablemente presentadas.

Para ayudarnos a esto surge Amazon Academy, el nombre bajo el que la empresa nos dio cita para ofrecernos una serie de actividades que, además de animarnos a seguir nutriendo su catálogo de independientes (más del 40% del total), nos dieran unas claves para mejorar nuestras labores de creación y promoción, ambas fundamentales y no siempre bien conocidas por los que se atreven a dar el salto a la publicación, bien por haber sido rechazados por el circuito tradicional, bien porque han visto las numerosas ventajas que este nuevo modelo ofrece.


A lo largo de todo el día asistimos a alentadores discursos pronunciados por dos de los mandamases de la empresa, Koro Castellano y Rex Czuba, además de escuchar de viva voz las experiencias de grandes triunfadores de la autoedición como Blanca Miosi, Fernando Gamboa, Melody Anne, Antonia Corrales, Fernando Trujillo, Carlos J. Server o la ganadora del 2º Concurso para Autores Indies, Myriam Millán. Hubo también talleres enfocados a la promoción, al uso de las redes sociales o el que yo mismo impartí, generosamente invitado por Amazon, sobre las fases de creación de una novela. Por cierto, si alguien sabe el nombre y la dirección de la persona que aprovechó mi ponencia para robarme la taza de Amazon con la que la organización obsequió a cada asistente, puede ponerse en contacto conmigo a través de Twitter: @JorgeMagano. Prometo gestionar el asunto con discreción y respetando el anonimato de mi confidente.

Los 5 finalistas (y la ganadora) del 2º Concurso Literario para Autores Indies junto con la junta directiva de Amazon Kindle España

Dejo ya el tema de la taza. ¿Por dónde iba? Ah, sí. Que fue todo muy instructivo y aleccionador. 

Pero más allá de toda esta oferta educativa, se nos brindó la oportunidad de conocernos en persona, de compartir experiencias y de tomar conciencia de una vez y para siempre de que el gremio de los autoeditados es un grupo fuerte y en continuo crecimiento al que el sector editorial debería dejar de ignorar lo antes posible. Porque como dicen las encuestas, al lector lo que le interesan son las buenas historias, no el sello que publicó la obra.

Sólo dos apuntes para mejorar la convocatoria en futuras y deseables entregas:

-Que la actividad que figuraba en el programa con el epígrafe “café” contenga realmente café.

-Que pongan guardias de seguridad en la cabina de control del salón de actos para evitar que roben las tazas a los ponentes. Y, si no es mucho pedir, que la organización me mande otra.

El autor de este blog dando la matraca al respetable mientras algún desaprensivo se colaba a hurtadillas en la cabina de control con el objetivo infame de robarme mi taza.